lunes, 28 de diciembre de 2015

Pedir perdón por lo que fue y por lo que no…

Se dice que amar es combatir, bueno esa es mi estrategia, nunca suelo darme por vencido, creo en mí más que en nadie, pero muchas veces me siento solo contra un muro, y este es el caso.
La apoplejía de mis palabras se traduce en sentimientos encontrados en este momento, hace semanas que vengo pensando en algo, “poner fin a lo que no es, es pero no sé, o tal vez soñé que si es”. Una realidad paralela en la que vivo, en la que siento, hablo, escucho e intento creer,  soñando despierto que todo será perfecto, y una vez más vuelve aparecer el maldito “pero”…
_ ¡Pero… ¿Qué Pasó?… ¿Qué Pasa?… ¿y ahora qué?!
Un todo vuelve marcha atrás.
 ¿Será que fue todo muy rápido?, ¿fui aducido por un beso no robado, por la pasión de saber que alguien normal estaba presentándose a mi vida?, ¿una historia real? en la que yo sería el protagonista, ¿y él un gran héroe que me rescataría de la merva de boludos que me acechan? O la respuesta más simple, mi verdadero cable a tierra.
Son casi las 3.00 am, yo sigo pensando, sigo escribiendo, sigo divagando mientras veo ese relajante que mira, me consuela, ese químico, mi amante que atrae el sueño a falta de un te quiero de mi amado.
No pude salvar a ese príncipe que me supo demandar tiempo y hoy no lo tiene para mí, ese mismo que metía horas de nuestras vidas al teléfono, ese mismo que sus problemas eran otros, ese que molestaba a cualquier hora, ese al cual quería robarlo para mí, al que deseaba.
Las cosas cambiaron, de apoco mi desapego a sus palabras, a los huecos de último momento, a los cambios repentinos, a sus miedos, incertidumbres y muchas veces a sus silencios.
Mis palabras fueron objetos vacíos que no logra de entender, mi corazón enredado en una madeja de palabras, un cerebro fuera de su cavidad y las ganas de besarlo, pero es mejor pedir perdón tomando su mano y diciendo adiós, hoy este corazón tiene que latir.
No fue un error soñar, lo seria no despertar.
Son las 4.00 am de un miércoles, enciendo un cigarro me relajo y pienso en despertar con un mensaje de él o porque no con una llamada perdida en mi celular, “pero”- vuelve aparecer- Ya sé que no lo hará.
¿Pedí mucho?.*-