Se suelen oír ruidos como en toda casa antigua, donde los roedores de la noche asoman por la ventana de vidrios viejos y sucios por el tiempo.
La maldad que supo habitar ventanas adentro circula como nostalgias del tiempo perdido,
las penumbras en el dolor afligido de voz gélida, es la voz de mi abuela que llora por aquella herida de una hija perdida…
Sus olores al recuerdo, rictus de sus caricias en mis cabellos, me recuerdan en aquel cuarto su primera morada junto a mi abuelo…
Brisa fria como aquella tarde en que partió con su caminar cansado,
Sabiendo que no volvería…
En este momento se me vienen los recuerdos de Rosita, esperando sentada a su madre compañera de años, con su vestidito gastado y harapiento, sus rizos dorados venidos en canas, zapatos de hilos que en algún momento recuerdo supieron ser blancos.
Muñeca triste que viniste como herencia de un juguete antiguo en una casa llena de aromas y recuerdos de mi nostalgia,
Evocación de un corazón herido, de un amor perdido, de un sentimiento eterno, de un dolor prematuro…
Rosita, compañera inseparable como mi nono, Rosita recuerdos de mi infancia, venida en adultez…
Rosita niña mimada de mi abuela…
Hoy mi Rosita…
*** Hace años escribí esto y nunca lo publique, tal vez porque lo debía revisar y hacerle correcciones pero hoy lo volví a ver y decidí que debía subirlo así como estaba... ***