Sentir es descubrir que la vida va más allá de las experiencias
de un querer vivir.
La angustia me atraviesa la boca del estómago como un puñal
que asciende hasta mi garganta. Presentimiento de mi sexto sentido corrompido
por la magia de las palabras mundanas de la noche.
Hasta ahora conocí, llegué, albergue entre mis brazos
virginales a quien siempre me puse en mi camino. Será por la perseverancia, la
desidia del otro o simplemente por mis encantos de tipo normal y bueno… Así y todo,
me viven cagando… Ganando, enfermando y sobretodo pensando en el corazón, costo elevado de mi sexto sentido... Soledad,
y vuelvo a gritar en el medio de la noche
-¡Te extraño… Soledad!...